El Camino de Santiago en Bicicleta
Segundo Viaje

Día cuarto: La Meseta Castellana

Al salir de Belorado a las siete y veinte se nota el aire frío que dejó la tormenta de ayer. En muchos senderos se ha acumulado el barro y piedras sueltas arrastradas por los torrentes de agua que se formaron. En algunos lugares, se hace difícil pedalear.

Flecha Amarilla La subida a los montes de Oca, entre árboles, y muy pedregosa al principio. Después del alto se alcanza la Meseta Castellana

La primera prueba del día será pasar los montes de Oca, que separan las cuencas del Ebro y de Duero, dando paso a la Meseta Castellana.
El alto está a 1150 metros de altitud. Al principio la subida es muy empinada y con piedras, y tengo que echar pie a tierra, pero enseguida se suaviza y se interna en un precioso bosque de roble con olor a humedad. A los pocos kilómetros de ascenso se llega al alto, y luego comienza un rápido descenso esta vez por un gran pinar. En poco tiempo se alcanza el pueblo de San Juan de Ortega, donde paro a almorzar.

Flecha Amarilla Algunos dejan mensajes para sus amigos y amigas en las piedras de esta cruz improvisada sobre el sendero en el Alto de los Montes de Oca.


Flecha Amarilla Antes de la bajada es preciso atravesar un arroyo a través de un cortafuegos de pendientes que desde lejos asustan un poco

En esta parte de Burgos los pueblos están más cuidados que en la parte cercana a La Rioja. Son pueblos sobrios, a menudo de una o dos calles sólo, pero con personalidad propia. Paso por Atapuerca donde se anuncia el parque arqueológico construido al pie del famoso yacimiento, y me imagino a aquellos hombres primitivos corriendo y viviendo en aquel amplio valle.

Flecha Amarilla Al paso por Atapuerca no es difícil imaginar al hombre prehistórico corriendo y cazando por aquel amplio valle

Ahora toca subir la sierra de Atapuerca, donde me encuentro a un ciclista de Barcelona. Ambos nos resbalamos por las piedras de la subida y la finalizamos empujando nuestras bicicletas. Ya en la bajada, me cuenta que va un poco agobiado de tiempo pues en 10 días tiene reservado vuelo desde Santiago para regresar a casa. Intento tranquilizarle diciéndole que le quedan seis días de camino, que es lo que tardé yo en mi primer viaje para un recorrido similar. Pedaleo con él hasta Burgos, donde nos quedamos asombrados de la grandiosa catedral gótica.

Flecha Amarilla Unos peregrinos coronan la sierra de Atapuerca

Parece Burgos una ciudad con mucha vida, especialmente en su casco histórico, y me quedan ganas de volver algún día con tiempo para disfrutarla, al igual que Pamplona. La entrada y salida por el cinturón urbano de Burgos es muy complicada y fea, pero después de un rato de pedalear se vuelve a los campos de Castilla.

Burgos
La Catedral de Burgos, magnífico ejemplo del arte gótico

En esta parte de Burgos hay dos mesetas, y en varias ocasiones es preciso ascender a la superior para llanear un rato y después descender otra vez a la meseta inferior. En Hornillos del Camino me encuentro a mi amigo barcelonés que se ha parado allí a comer. Yo sigo un poco más, para comer en el siguiente pueblo, a una hora de camino. Asciendo a la meseta superior desde la que se observa el arroyo de San Bol, que parece un oasis en medio del terreno tan árido y seco. Después de otro ascenso y descenso llego a Hontanas, metido en una hondonada, donde paro a comer. En el restaurante estoy yo solo, la dueña, y una camarera cubana. Me preguntan mucho por el viaje, de dónde vengo, a dónde voy, y charlamos así un rato. Luego llegan dos ciclistas de Ronda y hablamos sobre lo bonito del Camino. A ellos no les gusta tanto Castilla, pero a mí me fascina la variedad de los tonos ocres y dorados que se pierden en la lejanía.

Flecha Amarilla Los caminos de Castilla resultan áridos. ¡Menos mal que no hace excesivo calor!

También hablo con una pareja de americanos de Nueva York, y les pregunto cómo saben que existe el Camino. Él me dice que un profesor de instituto les habló del Camino y les contagió el entusiasmo necesario para venir a recorrerlo. Mientras hablamos, él está curando las heridas que cubren los pies de ella, causadas por las botas. Pero se les ve felices, a pesar del dolor.

Después de comer me pongo en marcha para finalizar mi viaje por el Camino de Santiago. Apenas me quedan 30 kilómetros hasta Frómista. Después de los bellos edificios de Castrojeriz, con las ruinas del castillo en la cima del monte, me queda subir el último alto de la etapa. De rampas muy pindias, apenas dura un kilómetro, por lo que se supera en poco tiempo. Desde arriba se ve muy bien la doble meseta que he venido recorriendo en esta etapa. En pocos kilómetros llego al Pisuerga, que separa aquí las provincias de Burgos y Palencia. Lleva gran cantidad de agua, y parece que rompe por un instante la extrema sequedad de los campos castellanos que acabo de atravesar. Recuerdo aquí que mañana me tocará ir ascendiendo por el valle del Pisuerga para comenzar el regreso a casa.

Flecha Amarilla Hay que subir y bajar sucesivamente entre la meseta superior y la inferior

Es curioso lo rápido que se me pasa el tiempo en la bici. Las horas se pasan en un instante, tan entretenido estoy mirando el paisaje, los pueblos, las gentes y, por supuesto, los baches y las piedras del sendero. He tenido suerte hasta ahora, sin ninguna caída ni avería mecánica. Hubo un momento ayer en el que al derrapar sobre piedras sueltas casi me vi en el suelo, pero todo se quedó en un breve susto. También me alegré de llevar puesto el casco esta mañana subiendo la Sierra de Atapuerca, pues me di un golpe importante con una rama dura de un roble, sin consecuencia alguna.

Unos kilómetros después de atravesar el Pisuerga llego al Canal de Castilla y siguiéndolo unos minutos llego rápidamente a Frómista, donde acaba mi jornada de 117 kilómetros. Mañana iniciaré el regreso a casa cambiando el rumbo Oeste que llevaba hasta el momento por el rumbo Norte que me acercará a las orillas del Cantábrico, donde me espera mi gente, mi casa, mi trabajo, mi vida.

Flecha Amarilla La iglesia de San Martín, en Frómista, una joya del arte románico

Anterior
Página principal
Siguiente
Anterior Inicio Siguiente