La exploración visual y la presentación cartográfica de los datos espaciales no sólo contribuye a mejorar nuestros conocimientos sobre múltiples aspectos del territorio, sino también, a poder compartirlos con el público. Los mapas constituyen una herramienta básica en este proceso.
Un mapa puede definirse de forma sencilla como una representación grafica de uno o varios elementos del territorio, sobre una superficie plana. Un mapa, además de dar a conocer el territorio al usuario, facilita la ubicación de los objetos, siendo por ello muy utilizados desde la antigüedad.