“En Dios confiamos. Todos los demás deben aportar datos”, es un aforismo de W. Edwards Deming (estadístico y profesor estadounidense, 1900-1993). Contar y evaluar las características de individuos, objetos o procesos (por ejemplo habitantes de un país, superficie de bosque o la lluvia…) es la base de muchos estudios estadísticos. Pero cuando a éstos se añade información espacial (por ejemplo, pertenencia de individuos a barrios-ciudades-paises o coordenadas geográficas), es necesario recurrir a la Geografía.
La Geografía puede definirse como una ciencia cuyo objetivo fundamental es la explicación, comprensión y predicción de la localización y dinámica de procesos, tanto naturales como humanos, que tienen lugar sobre la superficie terrestre.
Desde esta perspectiva, trabaja con una información que posee unas características singulares. Consideremos el caso de un comercial de una empresa. Su teléfono móvil probablemente contendrá los teléfonos de sus clientes y proveedores. Si esa información se vincula a alguna localización (por ejemplo, dónde trabajan, o su dirección geocodificada) se convierten en una base de datos espacial. En definitiva, cada contacto podría asociarse a un objeto espacial (por ejemplo, la dirección de cada cliente en forma de un punto) y contener información adicional (atributos, como el nombre o el correo electrónico). A partir de esa información, el comercial podría conocer:
Si sus clientes se concentran en cierto número de localidades o viven dispersos.
Cuál es la mejor ruta para atender sus pedidos, optimizando tiempo y gastos.
Cuál es el cliente o proveedor más cercano a una localidad específica, o qué porcentaje de ellos se ubica alrededor de una zona de 1 km o 2 km de esa ubicación.
Cuál es el perfil socioeconómico de esas localidades.
La singularidad de los fenómenos geográficos proviene de la conjunción de varias componentes:
La componente locacional: los fenómenos se ubican sobre la superficie terrestre (sistema de coordenadas).
La componente espacial: ocupan un lugar (geometría: forma y volumen) sobre un territorio.
La componente temática, es decir, poseen atributos o características.
La componente temporal (habitualmente ignorada), ya que sufren cambios con el transcurso del tiempo.
Esa cuadruple componente provoca que el análisis de los datos geográficos se pueda plantear desde perspectivas diferentes.
Los métodos propios de la Estadística clásica se centran en las componentes temática y temporal de la información geográfica, mediante la aplicación de gran variedad de procedimientos, en su mayoría procedentes de otras disciplinas, lo que, en determinados casos, no está exenta de problemas.
En segundo lugar, es posible considerar, aisladamente, la componente espacial de los datos geográficos y estudiar sus características geométricas puras. En este sentido la Geografía ha desarrollado procedimientos propios que conforman el denominado Análisis espacial, al no poder aplicarse las técnicas de análisis estadístico convencional.
Ante las evidentes interacciones entre las componentes temática y espacial, es posible el estudio simultáneo de ambos aspectos, mediante la modelización espacial. Los modelos, como concepciones simplificadas del mundo real, pueden reproducir y simular la realidad ayudando a comprender las características que definen sus estructuras y sus interrelaciones mutuas.
En esta asignatura, la componente temática será tratada en los temas 2, 3 y 4, la temporal en el tema 5, y la componente espacial en el tema 6. Dada su complejidad, la modelización espacial no es objeto de estudio en la asignatura.
Cada alumno deberá revisar los siguientes videos y enviar a los dos profesores un correo electrónico (domingo.rasilla@unican.es, francisco.conde@unican.es) antes del martes 10 de septiembre con 5 palabras clave que resuman su contenido.
Hans Rosling’s 200 Countries, 200 Years, 4 Minutes - The Joy of Stats
¿Querés predecir el futuro? Usa datos | Nicolás Loeff | TEDxMontevideo