Cabezón
de la Sal, Monte Corona, Oyambre, San Vicente de la Barquera
Ruta
30
Por: Javier
Tovar, Pedro Ceballos, y Michael González Harbour
Datos
Básicos
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Kilómetros
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48
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Desnivel acumulado
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907
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Cota Máxima
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273
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Duración
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4 horas
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Lugar de inicio y final
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Cabezón de la Sal
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Dificultad
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Baja
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Mes en que se realizó
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Febrero
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Época recomendada
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Todo el año
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Descripción
Esta es una ruta costera, ideal para un día de lluvia, como el
que tuvimos el día en que la realizamos. Teníamos una
cota de nubes de una altura de unos 500 metros, lo que nos
impedía ascender por los caminos habituales en la Cordillera
Cantábrica.
La ruta parte cerca de Cabezón de la Sal, en una
desviación que se toma desde la antigua carretera nacional
N-634. Allí se inicia una bonita pista forestal que atraviesa
los variados bosques del Monte Corona. Al llegar al primer cruce
importante nos dirigimos hacia la derecha hasta alcanzar la Ermita de
San Esteban, desde la que tenemos una espléndida vista de
Comillas y la Playa de Oyambre, incluso en este día tan nublado.
El descenso nos acerca a las marismas que forma la ría de la
Rabia, y que son hoy en día Refugio Nacional de Aves
Acuáticas. A continuación seguimos ya por carretera hacia
Trasvía, en donde nos acercamos en varios lugares a la costa,
para contemplar desde lo alto una bonita vista de una de las playas
más bellas de Cantabria, de las pocas que han conseguido
preservarse sin apenas edificaciones: la Playa de Oyambre. Esperemos
que la ambición sin escrúpulos de la construcción,
que poco a poco mata todos los bellos rincones de nuestra
geografía, no pueda en este caso con este parque natural.
Después de un ascenso por un camino boscoso regresamos a
Trasvía para luego dirigirnos al pueblo marinero de San Vicente
de la Barquera aprovechando un tramo del Camino de Santiago en
Cantabria, que pasa por el campo de golf de Santa Marina. Nos desviamos
luego a la derecha hacia la playa de San Vicente, y viendo que la marea
está baja atravesamos pedaleando esta larga playa hasta su
extremo Noreste (si la marea no está baja la playa no es
practicable en toda su extensión, y entonces se puede seguir por
la carretera hasta Gerra). Nos encontramos un delfín muerto que
las olas han arrastrado hacia la orilla. Al llegar al extremode la
playa ascendemos el acantilado por un duro camino y pronto llegamos al
pueblo de Gerra, desde el que hay magníficas vistas de la costa,
tanto hacia el Este como hacia el Oeste. En días despejados, no
hoy, la vista hacia el Oeste nos permite contemplar el esplendor de los
Picos de Europa, relativamente cercanos.
Desde Gerra descendemos por carretera hacia la playa de Oyambre y
después hacia la Ría de la Rabia. Girando a la derecha
nos dirigimos al pueblo de Río Turbio y desde allí
iniciamos el último ascenso, para atravesar el Monte Corona y
llegar a donde hemos aparcado el coche.
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Fotos
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