04/04/2009
El proceso de licitación para descontaminar íntegramente los suelos que
se vieron afectados por los residuos tóxicos de Inquinosa en Sabiñánigo
ha atraído la atención, hasta la fecha, de 37 empresas. Todas ellas han
conocido ya el antiguo vertedero de Bailín, donde se va a construir una
nueva celda de seguridad en la que se almacenarán aquellos residuos que
no sean trasladados a plantas especializadas de Europa para su
incineración.
El proceso de licitación para descontaminar
íntegramente los suelos que se vieron afectados por los residuos tóxicos
de Inquinosa en Sabiñánigo ha atraído la atención, hasta la fecha, de 37
empresas. Todas ellas han conocido ya el antiguo vertedero de Bailín,
donde se va a construir una nueva celda de seguridad en la que se
almacenarán aquellos residuos que no sean trasladados a plantas
especializadas de Europa para su incineración.
El inicio de la construcción de la celda está previsto para este año y
su ubicación se ha proyectado en las inmediaciones del antiguo vertedero
para minimizar los riesgos que supondría el traslado de estos residuos.
Además de este depósito, las empresas que resulten adjudicatarias
también tendrán que encargarse, entre otras actuaciones, de extraer los
residuos que serán trasladados a plantas europeas.
Según las bases de la licitación, las nuevas instalaciones tendrán una
zona de clasificación y tratamiento, donde se determinará el destino de
cada residuo. Una vez vaciado el viejo vertedero y llenada la nueva
celda, se sellará y se hará una restauración paisajística del entorno,
así como un seguimiento de control tras el sellado y una actuación de
reposición en los terrenos del antiguo Bailín. A la descontaminación de
esta zona se destinarán 28,6 millones de euros, cofinanciados por la
administración aragonesa y el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural
y Marino.
Esta actuación es una parte del plan integral que el departamento de
Medio Ambiente del Gobierno de Aragón quiere poner en marcha para
descontaminar todos los suelos que se vieron afectados por los vertidos
tóxicos de Inquinosa en las décadas de los 70 y los 80 en el municipio
serrablés. Cabe recordar que además de Bailín se contaminaron el
vertedero de Sardas, el embalse de Sabiñánigo y parte de los suelos de
Inquinosa, y que, según el Gobierno de Aragón, desde 1995, cuando se
iniciaron las actuaciones de descontaminación, se han destinado a estas
labores 40,6 millones de euros, incluyendo la actual partida de Bailín.
En el caso del vertedero de Sardas la inversión para este año es de 1,1
millones de euros, que se destinarán a la realización de un estudio de
focos, valoración de riesgos, control, trabajos de limpieza, vallado de
parcelas, zanjas de recogida de escorrentías y estudios de
hidrogeológicos y de drenaje. Todo ello permitirá avanzar en la
realización de un proyecto que solucione definitivamente la situación de
este vertedero, que ya fue sellado en la década de los 90.
Plan integral
La idea del departamento de Medio Ambiente es la de elaborar un plan
integral para descontaminar definitivamente todos los suelos afectados
por los vertidos de Inquinosa. Las líneas principales del plan las dio a
conocer en las Cortes de Aragón el consejero Alfredo Boné el pasado mes
de marzo y ahora, es la directora general de Calidad Ambiental y Cambio
Climático, Marina Sevilla, quien está presentándolo a los grupos
políticos, instituciones y asociaciones ecologistas.
La penúltima semana de marzo, Sevilla se reunió con los colectivos
políticos y sociales de Sabiñánigo y el pasado 31 de marzo visitó, junto
con el alcalde serrablés, Jesús Lasierra, y el presidente de la Comarca
del Alto Gállego, Mariano Fañanás, entre otros, los terrenos de Bailín.
Próximamente hará lo propio con los portavoces de los grupos políticos
de la Comisión de Medio Ambiente en las Cortes de Aragón y con los
grupos municipales en el ayuntamiento de Sabiñánigo.
Pero además, cabe recordar que este tema, la descontaminación de los
vertidos de Inquinosa, protagonizó una de las sesiones de las Cortes, ya
que el pleno aprobó aprobado una proposición no de ley en la que insta
al gobierno central a aportar recursos económicos para llevar a cabo las
tareas de descontaminación. En el texto también se instaba a la
administración central a exigir responsabilidad patrimonial a la
industria contaminadora.
Cabe recordar que la empresa Industrias Químicas del Noroeste, S.A. (INQUINOSA)
desarrolló su actividad desde 1974 hasta 1987, periodo en el que generó
residuos derivados de la fabricación del lindano, que se depositaron sin
un tratamiento específico y adecuado en los vertederos de residuos
urbanos de Sabiñánigo, ubicados en las zonas de Sardas y Bailín.