12/3/2009
Un grupo de expertos en Química Analítica y Ambiental de la Universidad de
Sevilla (US), junto con investigadores de la Universidad de Abdelmalek
Essaadi (Marruecos), ha comprobado que los huesos de los dátiles y de las
aceitunas, así como las hojas de ciertas plantas de la región
mediterránea, actúan como adsorbentes de los pesticidas.
Los científicos han estudiado cómo se adsorben 22 tipos de pesticidas en
diez sustancias naturales: cinco desechos orgánicos (cáscara de cacahuete,
caña de bambú y huesos de aceituna, aguacate y dátil) y cinco hojas de
plantas (eucalipto, rábano, orégano, adelfa y jara), que fueron
previamente trituradas.
Huesos de dátiles y aceitunas adsorben más del 90%
Los resultados del estudio, que se publican en el Journal of Hydrology,
demuestran que los huesos de los dátiles y las aceitunas tienen un valor
medio de adsorción de un 93% y 90% respectivamente, y las hojas de las
jaras y los rábanos, de un 80%.
Los autores destacan que la adición de esta materia orgánica triturada al
suelo también favorece la biodegradación de los contaminantes, ya que se
incrementa la actividad microbiológica, además de reducir el movimiento
vertical de los pesticidas desde la superficie hasta las aguas
subterráneas. Estas aguas son las que se utilizan para el riego y el
consumo humano.
Cooperación entre España y Marruecos
Los análisis de este trabajo de investigación se han efectuado en
laboratorios de la Universidad de Abdelmalek Essaadi y de la Escuela
Superior de Ingenieros de la US, pero la toma de muestras se ha realizado
en Loukkos, en el noroeste de Marruecos.
Los investigadores han aplicado las técnicas de descontaminación en
diversos campos de prueba de esa zona, y también han desarrollado una
campaña de información y sensibilización entre la población local.
Buena parte de las aguas subterráneas de la región de Loukkos están
contaminadas con pesticidas. La cantidad media de estos contaminantes por
hectárea cultivada es de unos 6kg, una cifra muy similar a la utilizada en
algunas comunidades españolas, como Extremadura, Baleares o Madrid.
El proyecto ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación (MICINN)
y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).