02/07/2008
Roma – La degradación del suelo está
aumentando en muchas partes del mundo, según un nuevo estudio que recoge
datos de un período de 20 años hecho público hoy por la FAO.
Definida como el declive a largo plazo en la función y la productividad
de un ecosistema, la degradación del suelo está aumentando en severidad
y extensión en muchas partes del mundo, con más del 20 por ciento de las
tierras agrícolas afectadas, el 30 por ciento de los bosques y el 10 por
ciento de los pastizales.
Cerca de 1 500 millones de personas, un cuarto de la población mundial,
dependen directamente de suelos sujetos a degradación.
Las consecuencias de este fenómeno incluyen una disminución de la
productividad agrícola, la migración, la inseguridad alimentara, los
daños a recursos y ecosistemas básicos, y la pérdida de biodiversidad
debido a cambios en los hábitat tanto a nivel de las especies como a
nivel genético.
“La degradación del suelo tiene también importantes implicaciones para
la mitigación y la adaptación al cambio climático, ya que la pérdida de
biomasa y de materia orgánica del suelo desprende carbono a la atmósfera
y afecta a la calidad del suelo y a su capacidad de mantener el agua y
los nutrientes”, señaló Parviz Koohafkan, responsable de la División de
Tierras y Aguas de la FAO.
Los datos del estudio indican que a pesar de la determinación de los 193
países que han ratificado de la Convención de Naciones Unidas para
combatir la desertización de 1994, la degradación del suelo está
empeorando en vez de mejorar.
Cerca del 22 por ciento de las tierras sujetas a degradación se
encuentran en zonas muy áridas o zonas subhúmedas secas, mientras que el
78 por ciento está en regiones húmedas. El estudio desvela que la
principal causa de la degradación del suelo es la mala gestión de la
tierra.
En comparación con evaluaciones previas, el presente estudio desvela que
la degradación del suelo ha afectado a nuevas zonas desde 1991, mientras
que algunas áreas muy degradadas históricamente se encuentran ahora
estables tras haber sido abandonadas o explotadas con un bajo nivel de
productividad.
Los datos sobre la degradación del suelo a nivel mundial son parte de un
informe presentado por la FAO, el Programa de Naciones Unidas para el
Medio Ambiente (PNUMA) e Información Mundial del Suelo (ISRIC). El
estudio se denomina Evaluación de la Degradación del Suelo en Zonas
áridas (LADA, por sus siglas en inglés), y cuenta con financiación de
Global Environment Facility.
Buenos ejemplos
Pero las noticias no son tan malas. El estudio ha identificado una serie
de lugares en donde el suelo se utiliza de forma sostenible (19 por
ciento de las tierras agrícolas), o se está alcanzando mayor calidad y
productividad (10 por ciento de los bosques y el 19% de los pastizales).
Muchos de los avances en tierras agrícolas están asociados con el riego,
aunque también hay ejemplos de mejoras en tierras agrícolas de secano y
los pastizales en las praderas de las Grandes Llanuras en Norteamérica y
en India occidental. Algunas de las ganancias corresponden al incremento
de la cubierta forestal, ya sea a través de plantación de bosques, en
especial en Europa y Norteamérica, y algunos proyectos de bonificación
de tierras, como sucede en el norte de China. Sin embargo, algunas de
las iniciativas positivas se basan en la invasión por bosques y
matorrales de zonas de pastos y tierras agrícolas, lo que por regla
general no se considera una mejora del suelo.
El estudio demuestra que la degradación del suelo continúa siendo un
asunto prioritario que requiere atención renovada por parte de los
individuos, las comunidades y los gobiernos.