Madrid, 16
jun (El Mundo/EFE).- España sufre una desertización alta en
más de un tercio de su superficie si se suman todos los
parámetros -erosión, frecuencia de incendios y condiciones
climáticas-, según la subdirectora de Política Forestal y
Desertización, María Jesús Rodríguez de Sancho. La
desertización consecuencia de la erosión "es un riesgo que
existe" y está siendo estudiado en el Ministerio de Medio
Ambiente, que está llevando a cabo un Inventario Nacional de
Erosión de Suelos (INES) a razón de cinco provincias por año.
Ya están
terminados los INES de las Comunidades Autónomas de Asturias,
Baleares, Cantabria, Cataluña, Galicia, Madrid, Murcia,
Navarra y La Rioja y, posiblemente, toda España esté
inventariada en 2012, anunció Rodríguez de Sancho. Los estados
erosivos, sin embargo, no son más que "uno de los parámetros"
que se utilizan para estudiar la desertificación; otros son la
frecuencia de los incendios forestales, las condiciones
climáticas (precipitaciones, sequía) o el índice de aridez. A
la recurrencia de los incendios se unen como causas de erosión
"las prácticas agrarias, el uso abusivo de los productos
agrícolas y el uso inadecuado de técnicas de riego". María
Jesús Rodríguez de Sancho señaló que "disponemos de unas
estadísticas de incendios muy completas desde los años 60 y de
ellas se deduce que la superficie incendiada cada año se
mantiene estable, mientras ha aumentado el número de
incendios". Esto se puede deber "a la sequía, pero también a
acciones humanas fruto de la negligencia o la
intencionalidad", indicó Rodríguez de Sancho. Aumenta la
superficie forestal Por otro lado, según la subdirectora, en
los últimos años ha aumentado la superficie forestal en
España, pero María Jesús Rodríguez reconoció que este aumento
se debe "en parte a que ha cambiado la metodología" de
recuento. "Actualmente las mediciones se hacen mejor y con
mayor exactitud", señaló y agregó que los datos sobre la
extensión de bosques se utilizan también para actualizar los
datos de erosión. Posteriormente, los nuevos indicadores se
comparan con los mapas de estados erosivos elaborados entre
1987 y 2002, que se hicieron a escala 1:200.000. "Los nuevo
mapas son cuatro veces más detallados porque se realizan a una
escala de 1:50.000", explicó Rodríguez de Sancho y añadió que
también se utilizan los datos del inventario forestal
nacional. "El objetivo es comparar los datos nuevos con los
mapas antiguos para ver la evolución de la erosión y la
desertificación y poder adoptar medidas", indicó.
Por otro
lado, para evitar los efectos de la desertificación el
Ministerio de Medio Ambiente está ultimando el borrador del
Programa de Acción Nacional contra la Desertificación (PAND),
fruto del convenio de Naciones Unidas contra la Desertización,
que contempla acciones forestales, ganaderas y agrícolas
contra esta degradación. El borrador de trabajo del PAND
afirma que la desertización afecta a la casi totalidad de la
superficie de siete provincias españolas y dos de ellas, Las
Palmas y Alicante, lo están a un cien por cien. De las 48
provincias analizadas -excluidas las Ciudades Autónomas de
Ceuta y Melilla- catorce tienen erosionado más de la mitad de
su territorio y de ellas, siete presentan niveles por encima
del 90% de su superficie. |